LA INEQUIDAD:
EL MEJOR ALIADO DEL COVID 19
El virus COVID 19, ha afectado a toda la población mundial, sin importar la zona del planeta o el nivel de desarrollo de cada país; las víctimas de la pandemia han sido de todos los lugares y estratos sociales.
Pero debemos tener en cuenta muchas variables para evaluar qué grupos sociales son los más afectados. Si evaluamos el caso en Colombia, no podemos caer en el mismo error de que las afectaciones solo depende de la manera en que nos cuidamos; según análisis por estadistas de la Universidad de la Sabana, los más afectados por la pandemia son las personas de los estratos 1 y 2. Un factor es la actividad económica, los estratos más bajos basan su economía en su gran mayoría en la mano de obra, trabajos técnicos, la construcción, el área de limpieza y las ventas en locales comerciales e informales; a diferencia de los estratos más altos, donde predominan actividades administrativas o auxiliares de oficina, donde las personas tienen la posibilidad de ejercer sus funciones por medio de un computador y desde su casa.
Esta diferencia en el campo laboral, marca un factor muy importante a la hora de evaluar la cantidad de casos de contagio por coronavirus en los estratos más bajos, donde superan a los estratos más altos en una proporción de 10 a 1, ya que las personas de más bajos recursos, en medio de la falta de garantías y de ayudas por parte del gobierno y las administraciones locales, tiene que salir a trabajar y buscar su sustento diario, aun sabiendo del riesgo que se corre.
Más que la falta de educación o las diferencias culturales como muchos piensan, es la inequidad que existe en el país, donde el contexto social entre los estratos es muy diferente; un ineficiente sistema de salud, la falta de presencia del Estado en sectores
alejados, barrios donde aún no hay agua potable, entre otros, son problemáticas que desmotivan a una sociedad para tomar mejores medidas de salud, tan sencillas como un lavado de manos, donde en estos sectores pasan a un segundo plano en medio de tantas necesidades e inconformismo.
La otra cara de la moneda la tienen los estratos altos, donde no debemos desconocer las grandes afectaciones que han tenido por la pandemia, pero que la mayoría de familias, por su nivel económico, tuvieron la posibilidad de sostenerse gracias a sus ahorros o pudieron seguir su actividad laboral desde sus hogares, resguardados y cumpliendo la orden de cuarentena. A pesar de tener el índice más alto en personas mayores de edad, siendo las más vulnerables ante el virus, no presentan una mayor cifra de hospitalizaciones o de víctimas mortales como en los estratos 1 y 2.
Otro factor que eleva el nivel de contagios y que es común denominador en todos los estratos, es la falta de conciencia y solidaridad con las demás personas; las fiestas, reuniones en los parques y el mal uso del tapabocas, son las situaciones que se han podido evidenciar en los medios de comunicación y nuestro entorno, desde los barrios populares hasta los sectores más exclusivos se han denunciados lamentables hechos de intolerancia y desobediencia que violan todas las leyes de salud actualmente. Dejo abierta mi opinión para que hagamos debate y pensemos en nuestras obligaciones humanitarias y las que deben tener el Estado y las alcaldías locales para acabar la inequidad y la corrupción que son los principales actores de la mortandad y la desesperanza que hoy nos acompaña en esta difícil situación y si ponemos un ejemplo claro, hablemos del millonario préstamo por parte del Gobierno a Avianca, ¿Será que era la prioridad en este tiempo de crisis? será tema para otro debate.