“Desde su responsabilidad profesional hasta el deber mismo como ciudadanos”: Felipe Arias
El historiador opina sobre la importancia de conocer el Congreso de la República
El Capitolio Nacional fue construido desde 1847 en cabeza del arquitecto danés Thomas Reed. La edificación se dio por terminada en 1911 y recibió el nombre de “El enfermo de piedra”, debido a las interrupciones que sufrió el proyecto debido a las diferentes guerras civiles, la falta de dinero para la obra, el incumplimiento con los contratos y problemas técnicos con diferentes zonas del edificio. La propiedad es refugio del Congreso de la República que es el máximo órgano de la rama legislativa del Estado que se divide en Senado y Cámara de Representantes; realmente es cuna de la leyes colombianas.
Recientemente hablamos con el historiador Felipe Arias Escobar, quien ha hecho grandes aportes a través de RTVC y aportes académicos, desempeñándose como docente universitario e investigador.
Desde su punto de vista como historiador, ¿por qué cree que es importante que los comunicadores o periodistas tengan pleno conocimiento del manejo de la rama legislativa del país?
Las comunicadoras y los comunicadores son intermediarios en el proceso de formación de una opinión pública en el proceso pedagógico de acercamiento de los individuos, de los integrantes de una sociedad a su acontecer, y en esa medida es más que pertinente que las y los profesionales dedicados a la comunicación y al periodismo sean depositarios de primera mano de estas experiencias, sean las personas que contribuyan de una manera lo suficientemente óptima y lo suficientemente informada a que el ciudadanos acceda y conozca las instituciones. Desde su responsabilidad profesional hasta el deber mismo como ciudadanos, claro, no es fácil, no es fácil que el ciudadano de a pie puedan todos sin excepción acceder a esa posibilidad de conocer y acercarse de primera mano a nuestras instituciones, pero si tenemos ese apoyo en ustedes como formadores de una opinión pública, como permanentes redactores de la historia y de nuestro acontecer, pues más que llamados están desde su oficio a complementar y apoyar en esa tarea.
¿Cuáles son las leyes que permiten que cualquier persona pueda acceder al Capitolio y las sesiones legislativas?
Dentro de su estructura organizacional, a la secretaría del Senado está adscrita la unidad de atención ciudadana del Congreso; así como todas las dependencias del Estado deben tener por mandato legal una oficina que garantice mecanismos de acercamiento al ciudadano, pues el Congreso también, parte de sus funciones es informar al ciudadano sobre los trámites del Congreso y sobre todo lo que tenga que ver con la actividad de esta institución, pero también la oficina de atención ciudadana se ha convertido en un apoyo para este programa de visitas guiadas; las visitas guiadas tienen un componente complementario, por un lado no sólo se busca que el ciudadano conozca la institución que funciona en el Capitolio Nacional, sino que también conozcan el edificio que sirve, cómo se da el Congreso, el capitolio no sólo como una parte muy significativa de nuestro patrimonio cultural por las obras de arte y por la historia que conserva sino también por el hecho de que los ejercicios de apropiación de patrimonio cultural son un acto político, es un acercamiento a lo público, a lo que nos pertenece a todos, no sólo en un sentido meramente instrumental de un objeto que le pertenece a una comunidad, si no desde los valores patrimoniales que una obra de arte puede entrañar en una sociedad y en una identidad, y en el reconocimiento de unas expresiones estéticas que han sido relevantes y han sido significativas para los pueblos.
¿Usted cree que las personas ven como “privadas” las entidades que son públicas como el Congreso?
Desafortunadamente sí, tenemos una cultura política la cual tiende a ver en general, al funcionario como un individuo que se encuentra por encima del resto de la sociedad; sí, hay que reconocer y respetar la investidura de los hombres y mujeres, no sólo que han sido elegidos popularmente, si no que tienen características profesionales que les permiten estar en cargos públicos, eso es inherente al respeto que le tenemos a cualquier individuo, pero se nos olvida también el hecho de que el funcionario como servidor de la sociedad es una persona que debe abrir las instituciones a las necesidades del ciudadano, eso está consagrado desde los principios del constitucionalismo social de la función social que tiene las instituciones políticas de toda sociedad que se aprecie de ser democrática y moderna; en esa visión solemos tener de las instituciones políticas pues tenemos la idea de instituciones como el Congreso, como lugares inaccesibles de espacios patrimoniales como el Capitolio Nacional, lugares que le pertenecen a una élite cerrada sea de congresistas o bien de funcionarios, incluso y precisamente, nuestro propósito también está en romper ese imaginario, esos tabúes, y mostrar que por un lado el Congreso es una institución que debe abrirse a la ciudadanía y que los espacios patrimoniales donde residen esas instituciones nos pertenecen a todos y todas; no vamos a decir que aquí todos están funcionando a la perfección, de ninguna manera, pero si los problemas innegables los vamos a contribuir a su solución precisamente abriendo las instituciones para que el ciudadano las conozca desde sus propias entrañas.
¿Qué tan relevante es para la ciudadanía y la academia conocer el funcionamiento interno del Congreso de la República?
Porque es importante no sólo para la academia, sino en general para la ciudadanía conocer el Congreso de la República, el Congreso es una parte muy importante del Estado, no sólo por comprender una de las tres ramas del poder público, sino por ser posiblemente la que más potencial, tiene de personificar el pluralismo y la diversidad que debe estar representada en una sociedad y en unas instituciones que se precien de democracia, el Congreso incluye dentro de su composición hombres y mujeres provenientes de todas las regiones del país, de las diferentes tendencias políticas de gobierno de oposición de distintas formas de ver el mundo, que deben por medio de los disensos, como también de los consensos de una democracia, desempeñar unas funciones importantísimas de legislación y control político, e incluso aún con sus restricciones, funciones constituyentes que sólo puede recaer en esa idea de un cuerpo no sólo colegiado si no también plural y diverso como lo es la sociedad, si bien no es un reflejo objetivo de esa sociedad, el Congreso sí tiene ese potencial y desde la formación ciudadana que implica conocer estas instituciones y ejercer el derecho al voto, y el deber también de la fiscalización, pues es más que oportuno hacer esta tarea que desde los últimos quince años, en el caso mío, que hemos hecho por medio de la fundación DOMOPAZ en la jornada de puertas abiertas del Congreso.
Redacción por: Michel Guerrero, Paula Zukin.
